SALUD MENTAL, SEXO E INTIMIDAD

Steph Auteri es una periodista del espacio de la sexualidad, cuya depresión y ansiedad crónicas (entre otras cosas) definitivamente le pusieron un freno a su libido. Renée Burwell es psicoterapeuta y educadora con especialización en terapia sexual y traumas que tiene conocimiento profesional de cómo incluso los tratamientos para diversos problemas de salud mental pueden afectar el deseo. Juntas, decidieron dar a conocer cómo la salud mental se entrelaza con la salud sexual y cómo, frente a eso, todos podemos optimizar nuestra salud en general.

Que existe una fuerte correlación entre la salud mental y la libido no es secreto. Algunas de nosotras hemos estado luchando con problemas crónicos de salud mental durante años. Entonces, ¿qué necesitamos saber sobre el manejo de la salud mental y sus síntomas sexuales con el tiempo?

Cómo Afecta la Salud Mental a la Libido

Las investigaciones demuestran que los problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y otras enfermedades psiquiátricas tienen efectos secundarios sexuales. La depresión, por ejemplo, a menudo se asocia con niveles más bajos de deseo, mientras que el trastorno bipolar y la manía están relacionados con la hipersexualidad. Por otro lado, la ansiedad se ha relacionado con la anorgasmia (incapacidad de alcanzar el orgasmo), la eyaculación precoz e incluso el dolor durante el sexo. Y estos síntomas físicos no son todo. Ciertos problemas de salud mental también pueden llevar a evitar la intimidad, ya sea por miedo al abandono, inseguridades, baja autoestima o, incluso, agotamiento.

Si bien podrías pensar que abordar la raíz del problema (tu salud mental) eliminaría los síntomas sexuales, los tratamientos para la depresión, la ansiedad y otras enfermedades psiquiátricas también pueden tener un impacto significativo en nuestra vida sexual. Por ejemplo, si bien hemos mencionado que se ha demostrado que la depresión tiene un impacto adverso sobre el deseo, muchos antidepresivos y medicamentos para la ansiedad se han relacionado con la inhibición de la excitación y el deseo. Otros medicamentos pueden causar sequedad vaginal, aumento de peso o impotencia, todo lo cual puede afectar la autoconfianza sexual de una persona, llevándola a alejarse de la actividad sexual.

Entonces, ¿cómo puedes cuidar tu salud mental sin renunciar a tu salud sexual?

Comunícate con Tu Proveedor Médico

Seamos realistas: no hay suficientes médicos que les consulten a sus pacientes sobre su salud sexual. La salud sexual es una de las áreas de enfoque más descuidadas de la atención médica.

Esto se origina en que la mayoría de los programas educativos médicos y de salud mental brindan un conocimiento muy limitado, si es que lo hacen, sobre el sexo y la sexualidad; y, si se ofrece, generalmente se considera opcional.

Así que no es de extrañar que, según una encuesta, menos de dos tercios de los médicos les preguntan rutinariamente a sus pacientes sobre la actividad sexual, solo el 40% les pregunta sobre problemas sexuales y solo el 29%, sobre la satisfacción sexual.

Los pacientes, por lo tanto, a menudo se sienten raros si mencionan el tema.

Pero, si queremos que nuestros proveedores de atención médica traten cada parte nuestra, debemos hablar sobre lo que estamos experimentando en el dormitorio como resultado de nuestra salud mental o de nuestros medicamentos. Nuestros médicos y proveedores de salud mental, a su vez, podrán recetar los medicamentos más adecuados, ajustar las dosis en consecuencia o, incluso, recomendar tratamientos más holísticos para apoyar tanto nuestro bienestar mental como sexual.

No tengas miedo de pedir una segunda opinión. Al buscar atención médica, es importante buscar proveedores que tengan conocimiento y se sientan cómodos abordando temas relacionados con la salud sexual. Asegúrate de buscar proveedores que tengan una actitud positiva hacia el sexo y que estén bien informados sobre las complejidades de la salud sexual. AASECT es un gran recurso para encontrar un proveedor con una formación sólida en atención de la salud sexual. Recuerda ser la defensora número uno de tu salud y sexualidad.

Comunícate con Tu Pareja

Cuando luchamos en silencio con nuestros problemas sexuales, tratándolos como un problema que debemos solucionar nosotras mismas, nuestras parejas pueden hacer todo tipo de suposiciones erróneas. Podrían sentirse rechazadas o poco atractivas. Tal vez se pregunten por qué parece que ya no estamos involucradas en esa relación íntima.

En lugar de eso, debemos ser honestas con nuestras parejas acerca de por qué las cosas han cambiado en el dormitorio. Con comprensión, puede haber aceptación. Luego, ambos pueden avanzar para identificar soluciones que les hagan sentir más felices y más satisfechos sexualmente.

Y no debes abordar sola los problemas de libido. Busca un terapeuta sexual calificado que pueda ayudarles a ti y a tu pareja a sentirse conectados con su yo sexual y entre sí. La mayoría de las parejas esperan cinco años antes de buscar un profesional, lo que puede terminar exacerbando estos problemas. No tengas miedo de comunicarte y pedir ayuda ante los primeros signos de estrés.

Redefine el Sexo

Cuando hablamos de consejos sexuales, los dos principales a menudo se reducen a la comunicación y la apertura para abordar la actividad sexual de maneras nuevas. Esto se debe a que, cuando dejamos atrás una definición de sexo rígida y orientada a objetivos, nos abrimos a muchas fuentes de placer y conexión íntima nuevas.

La forma en que experimentamos el placer cambia muchas veces a lo largo de nuestra vida y por muchas razones diferentes. Estas razones incluyen el envejecimiento, el estado de la relación, las enfermedades, el entorno, el estrés… nuestra salud mental es solo un aspecto más entre muchos que pueden afectar nuestra sexualidad. Por lo tanto, si no estamos dispuestas a jugar con diferentes formas de placer, si no estamos dispuestas a expandir nuestra definición de lo que el sexo es, podemos terminar teniendo mucha menos actividad sexual.

Todo el mundo tiene derecho a experimentar placer. La apariencia del placer para otra persona o incluso para tu yo pasado puede no ser lo que funcione para ti hoy. Mantente abierta a explorar y conectarte con el sexo de maneras nuevas. Los problemas de salud mental no tienen que definir tu placer.

Prioriza el Sexo

Finalmente, es importante que prioricemos el sexo como una práctica natural y beneficiosa en nuestras vidas. En nuestro cuidado personal, tal vez existan actividades que muchas de nosotras no disfrutemos hacer, como levantarnos temprano, hacer ejercicio, mantener una alimentación saludable o cuidar nuestro cabello, pero las hacemos porque sabemos que son buenas para nosotras a largo plazo. El sexo y la salud sexual deben ser parte de nuestro cuidado personal de la misma manera que lo son peinarnos o cepillarnos los dientes.

Y recuerda: está bien tener "sexo lo suficientemente bueno" en lugar de una actividad poco frecuente que solo aumenta la ansiedad, la presión y la incomodidad en futuros encuentros sexuales. Una caída en el deseo, una disminución del deseo espontáneo o un problema de disfunción eréctil no son de manera alguna una indicación de que nuestra salud sexual sea menos importante.

Nuestros problemas de salud mental no tienen que significar el final de una vida sexual satisfactoria. Tu placer está a tu alcance. Puedes lograrlo, sin duda: tal vez solo requiera algunos ajustes y creatividad.