MES DE LA MASTURBACIÓN: ¡VUÉLVETE (MÁS) ORGÁSMICA!

MES DE LA MASTURBACIÓN: ¡VUÉLVETE (MÁS) ORGÁSMICA!

Ya sea que tengas problemas para llegar al orgasmo, que nunca hayas tenido uno en pareja o ni siquiera sola, ¡este artículo busca ayudarte a encontrar rutas para alcanzar tu placer! Quizá te sorprenda, pero la mayor parte de las recomendaciones tienen que ver con reflexionar sobre ti misma y con hacer un trabajo personal general antes de pasar a lo físico. Eso es porque, a menudo, lo que evita que sintamos placer es lo que tenemos entre las orejas, no lo que tenemos entre las piernas.

Paso 1: Identifica tus creencias negativas (si las tienes)

Este paso está dedicado a nombrar las creencias que pueden estar impidiéndote experimentar el placer orgásmico. Si no estás segura de qué podrían ser, considera si alguna vez escuchas voces que te distraen en tu cabeza diciendo cosas como las siguientes:

  • Tu placer no importa realmente
  • Tardas demasiado en llegar al orgasmo
  • El sexo, la masturbación o el placer están mal
  • Tu pareja te dejará si no te concentras en ella
  • Llegar al orgasmo es demasiado trabajo
  • No te ves bien desde determinados ángulos

Para mí, ¡es fácil pensar en ejemplos porque experimenté varios de estos!

Escribe cualquier cosa que creas (incluso si no quieres creer que lo crees) que pueda estar afectando tu mentalidad y capacidad para sentir placer.

Paso 2: Explora esas narrativas negativas

Después, es hora de identificar de dónde provienen estas narrativas o creencias, y por qué tienen control sobre ti. Según cuál sea la forma en que mejor procesas, podrías elegir hablar sobre ellas con una amiga o familiar. Comparte historias de tus experiencias e influencias pasadas. Otra opción es compartirlas con un terapeuta que puede ayudarte a identificar las fuentes, pedirte que escribas un diario con técnicas de escritura libre para obtener respuestas o usar diversas formas de procesamiento. Esto te ayudará a comprender mejor por qué estas creencias existen y afectan tus experiencias.

Paso 3: Reescribe la narrativa

Una vez que hayas asimilado de dónde provienen las creencias negativas y por qué tienen control sobre ti, es hora de comenzar a liberarlas. Una muy buena forma de comenzar son las afirmaciones. Al principio, no creía mucho en esto, pero me doy cuenta de que pueden ser increíblemente poderosas cuando son lo que necesitamos escuchar. Por ejemplo:

  • "Merezco sentir placer/una pareja que valore mi placer".
  • "Soy sexy y tengo confianza/mi pareja piensa que soy muy sexy".
  • "A mi pareja le encanta darme placer/le importa muchísimo mi placer".

También puede ser útil enseñárselas a las parejas que tengas o puedas tener para que actúen como personas externas que afirman. Muchas parejas me han dicho que no hay prisa, que están disfrutando del proceso y que debo relajarme y divertirme. A veces, es lo único que necesito escuchar para ayudarme a llegar al orgasmo.

También debes practicar actividades para fomentar el amor propio que se centren en tus experiencias sensuales.

  • Vestirte con las prendas que te hagan sentir más atractiva
  • Tomarte fotos
  • Saborear alimentos deliciosos
  • Activar los cinco sentidos con las cosas que te encantan
  • Reducir el estrés

Este último punto puede expresarse diciendo "no". Practica estar presente en lo que estás haciendo todos los días, identifica cosas que tu cuerpo y mente te están pidiendo que dejes de lado, y comprueba si efectivamente puedes hacerlo. Cuando sea posible, es importante priorizarte a ti misma y tu bienestar, en especial, porque es una lección que te demostrará que tú importas más que la cosa indeseada que dejas de lado.

Paso 4: Ponte en contacto con tu mente

Este paso es similar al paso 3, pero va un poco más lejos. En este momento, debes pensar en tu experiencia sexual ideal. ¿Cómo comienza? ¿Cómo son el ambiente y el clima? ¿Qué actividades se llevan a cabo? ¿Quién participa (si participa alguien que no seas tú)?

Crea una fantasía sexual en tu mente que puedas llevar a cabo en la vida real. Tal vez, usa la fantasía al estimular tu cuerpo o ser estimulada. Puedes elegir leer o mirar materiales eróticos para inspirarte.

Paso 5: Conéctate con tu cuerpo

Esto puede concretarse de múltiples formas. Si experimentas algún tipo de imagen corporal negativa, puedes tomar esto como una oportunidad para aprender a conocerte en tu totalidad en lugar de concentrarte en las partes que no te gustan. Prueba la actividad del espejo. Observa tu cuerpo en sus movimientos naturales. Aprecia la forma en que cambia en relación con tu respiración u otros movimientos.

Familiarízate con tus genitales si no estás familiarizada con ellos. Practica hacer ejercicios del piso pélvico para desarrollar fuerza física, lo que puede ayudar a llegar al orgasmo. Juega con diferentes formas de tocarte el cuerpo y los genitales. Averigua qué se siente bien cuando estás excitada (tocarte al leer, mirar o imaginar escenas sensuales).

Haz todo esto sin un objetivo final. La presión de tener que amar tu cuerpo o tener que llegar al orgasmo puede distraerte y ser contraproducente. Date tiempo para simplemente notar, observar y aprender.

Paso 6: Acepta las Fluctuaciones

Probablemente, descubrirás que este es un proceso continuo. Es posible que haya varias creencias internalizadas que comiences a cambiar a diferentes ritmos. Si bien puede sentirse frustrante, encontrar tu placer orgásmico no es una carrera. Sé amable contigo misma. Debes estar abierta a descubrir más a medida que avanzas en este recorrido. Practica de manera constante los pasos 3 a 5 para sentirte apoyada, confiada y merecedora. Tu mente es el órgano sexual más poderoso, de manera que depende de ti asegurarte de que funcione a tu favor.


 

 por: Yael  Rosenstock Gonzáles