EL SECRETO DEL AMOR PROPIO: AFIRMACIONES E IAFIRMACIONES

EL SECRETO DEL AMOR PROPIO: AFIRMACIONES E IAFIRMACIONES

La primera vez que oí hablar de personas que se repetían a sí mismas que eran poderosas o que se ponían delante de un espejo para decirse lo guapas que eran, lo dudé. De hecho, me parecía de mal gusto y potencialmente perjudicial recomendar esta táctica a personas con problemas de autoestima. Con el tiempo, sin embargo, me di cuenta de que estaba tirando el bebé con el agua del baño al descartar esta idea por completo. Por lo tanto, en honor al Mes del Amor Propio, estoy aquí para ayudarte a practicar las afirmaciones positivas, y las ifirmaciones positivas (lo explicaremos a continuación), de una manera que te haga sentir auténtico y sin la incomodidad o el factor desagradable.

Cómo funcionan las afirmaciones

Si estás acostumbrado a oír una vocecita en tu cabeza que te critica y te hace sentir mal por lo que has dicho, por cómo actúas, por lo que llevas puesto o por tu aspecto, estás experimentando afirmaciones negativas. Estas voces pueden ser frecuentes e intrusivas. Podrías estar diciéndote a ti mismo afirmaciones negativas con regularidad, que cada vez son más difíciles de no creer debido a su frecuencia y, a veces, porque son la única autoconversación que escuchas.

Las afirmaciones positivas ofrecen la oportunidad de cambiar el lenguaje que utilizamos con nosotros mismos y cambiar nuestra percepción de nosotros mismos. Cuando respondemos a las afirmaciones negativas con otras positivas, se hace más difícil creer que lo malo es cierto. Al ofrecernos intencionadamente comentarios positivos con regularidad, empezamos a inclinar la balanza hacia una imagen positiva de nosotros mismos, ahogando lo que puede haber sido un comentario puramente negativo. Básicamente, lo más probable es que realices afirmaciones pase lo que pase. A través de la intencionalidad, puedes elegir el tipo de mensajes que te das a ti mismo.

Si las afirmaciones te parecen poco realistas, prueba con el andamiaje

Técnica 1: Crear afirmaciones del tamaño de un bocado

Aunque las afirmaciones amplias y seguras pueden funcionar para algunos, una versión más accesible de esta actividad consiste en andamiar o dividir las afirmaciones en fragmentos más pequeños y manejables. En lugar de empezar con "soy preciosa", puedes empezar con "mis ojos son bonitos" o "me gusta/me encanta la forma de mi pecho derecho". En lugar de "soy poderosa", puedes decir "merezco ser respetada" o "puedo hacer X, aunque me dé miedo". Concéntrate en afirmaciones que ya sientas como verdaderas o como tramos que están a tu alcance, en lugar de otras que sientas desconectadas de cómo te ves actualmente.

Ofrézcase una afirmación positiva cada vez que su mente le diga una negativa. Esto empezará a crear patrones más saludables que se harán más naturales con el tiempo.

Técnica 2: Utilizar afirmaciones

Si te cuesta decir afirmaciones como "merezco respeto" o "merezco amor", las ifirmaciones son otra gran técnica de andamiaje. Las ifirmaciones convierten las afirmaciones en preguntas, como "¿Y si merezco respeto?" o "¿Y si merezco amor?". Esto crea un problema que tu cerebro debe resolver. Por ejemplo: "Si merezco respeto, ¿cómo cambiaría eso la forma en que me trato a mí mismo o espero que me traten los demás?".

Cuando empieces a plantearte y responder algunas de estas preguntas, puede que te sientas inspirado para buscar lo que has descubierto. En lugar de repetir una afirmación que quizá no te parezca cierta, puedes empezar a plantearte medidas prácticas para convertir algo en verdad. Puedes identificar lo que podrías cambiar para tratarte con respeto y amor. Por ejemplo, alguien que merece respeto se atribuiría el mérito de su trabajo o hablaría claro cuando se rompen sus límites. Realizar una sola acción te acerca a un espacio mental en el que la idea de ser digno de respeto es más creíble internamente que antes.

Técnica 3: Verte a ti mismo a través de las ideas de otro

Si te cuesta decirte algo positivo a ti mismo directamente, o las preguntas de confirmación te resultan estresantes, prueba a escribir una carta utilizando la voz de alguien que se preocupe por ti. ¿Cómo te describiría? ¿Cuáles son sus cualidades favoritas? A veces, verse a uno mismo desde el punto de vista de otra persona puede ayudar a poner en marcha este proceso. Si aún así te parece demasiado, pídele a alguien que te diga tres cosas que le gustan de ti y utilízalo como punto de partida.

¿Qué otras técnicas se te ocurren para que las afirmaciones te funcionen? ¿Te parecen más accesibles? Tómate tu tiempo para añadir afirmaciones e ifirmaciones este mes de enero y verás cómo crece tu amor propio.